Yo tan pequeño en tus rodillas, tan insignificante en el universo, y aún así me diste la vida para que la disfrutará, quieres que te mire a los ojos y aun así no puedo por que me siento indigno de ti, me animas a decirte Papa y aun así siento pena por decírtelo, perdona mi falta de valor algunas veces, ayúdame a aceptar las cosas que no puedo cambiar y a perdonar lo que me hace mal.
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